Competencia del urólogo en el manejo del cáncer de próstata
Reconocimiento de la plena competencia del urólogo en el manejo del Cáncer de Próstata, por parte de la Facultad de Medicina de la UBA (expte. n° 503464/01)
Copia de la opinión vertida por el Departamento de Cirugía - Orientación Urología y por el Consejo Departamental de Cirugía, en carta enviada al Sr. Decano de la Facultad de Medicina, Profesor Dr. Salomón Muchnik
El Consejo Departamental de Cirugía le hace llegar su opinión en respuesta a la requisitoria de la Sociedad Argentina de Urología (sobre la competencia, capacitación y posición histórica del médico Especialista en Urología, para efectuar el diagnóstico, tratamiento médico, quirúrgico y control de los pacientes portadores de un adenocarcinoma de la próstata) que nos hiciera llegar a través del expediente N° 503464/01.
La Urología es una disciplina médica derivada principalmente de la cirugía y en menor grado del estudio de las enfermedades venéreo sifilíticas. Sus orígenes se remontan al Siglo dieciséis, pero es recién en el Siglo diecinueve donde emerge como una especialidad, coincidiendo con el desarrollo del instrumental endoscópico que le confirió una identidad definitiva. En esa época se desarrollan en Europa los centros de atención y las cátedras donde nacen las famosas escuelas de la especialidad.
Desde sus comienzos, el Cáncer de Próstata fue la total incumbencia de la Urología, y los maestros de la Cirugía que la acompañaron desde su inicio dejan testimonio de ello. (Teodore Billroth en 1867 practica la primera prostatectomía por Cáncer de Próstata con una técnica reglada.)
La trayectoria de la Urología en nuestro país se remonta al año 1892, en el Hospital San Roque, al crear el Dr. Alberto Castaño el primer Servicio de Enfermedades de las Vías Urinarias a partir de la Sala de Enfermedades Venéreo-sifilíticas de la cual se separa. En ese mismo año regresa a la Argentina el doctor Federico Texo, luego de un lustro de permanencia en Europa, donde había estudiado la nueva especialidad con M. Guyón, en el Hospital Necker de París, y con James Israel y Maximilian Carl Nitze en Alemania. Nombrado cirujano del Hospital Rawson, se le encomienda la organización del primer servicio de urología en ese establecimiento. En setiembre de 1896 lo inaugura y en 1898 la Facultad de Ciencias Médicas, durante el decanato del Académico del Arca, crea la Cátedra de las Vías Urinarias siendo designado el Dr. Federico Texo como su primer Profesor Titular; luego sucedido por su discípulo el Dr. Pedro Benedict en 1906. La Cátedra Vías Urinarias desde su comienzo (hoy Urología) incorpora el estudio y la enseñanza del Cáncer de la Próstata, formando al médico general y al especialista en particular en todos los aspectos relacionados al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Esto se viene repitiendo de forma ininterrumpida desde hace 103 años. La Facultad de Medicina reafirma la competencia del Urólogo en el manejo integral del Cáncer de la Próstata, al aprobar en el año 2000 el Programa del Curso Superior de Especialista Universitario en Urología, donde se contemplan, entre otros, los aspectos del tratamiento quirúrgico, farmacológico, manejo hormonal en todos sus aspectos y asociaciones, inmunológico y la terapia radiante intersticial del Adenocarcinoma de la Próstata.
El Cáncer de la Próstata ha venido involucrando a los urólogos en los principales proyectos de investigación y en los avances alcanzados tanto en los aspectos diagnósticos como terapéuticos. Como ejemplo cabe citar a C. Huggins & C. V. Hodges, urólogos que en 1941 estudiaron el efecto de la castración y los estrógenos en el adenocarcinoma de próstata. El aporte fue de tal magnitud que estos urólogos fueron merecedores del Premio Nobel de Medicina en 1966 y sus hallazgos siguen siendo el estándar de comparación de todos los tratamientos derivados de sus investigaciones.
En la práctica diaria de la medicina es el urólogo quien basado en el examen clínico y en los valores del antígeno prostático específico del paciente indicará y/o realizará la punción biopsia ecodirigida o randomizada. Si el estudio histopatológico de la muestra revela la existencia de un adenocarcinoma de la próstata será nuevamente el urólogo quien establecerá el estadio de la enfermedad. Si este mostrara una enfermedad localizada el mismo urólogo basado en su criterio y experiencia indicará un tratamiento con finalidad curativa mediante la prostatectomía radical o la radioterapia conformada o intersticial. En el caso contrario, si el estadio mostrara una enfermedad avanzada, también el urólogo indicará una terapia con fines paliativos que mejor se adecue al paciente, mediante el bloqueo hormonal completo o la castración quirúrgica. Será una vez más el urólogo quien deberá hacer frente a las complicaciones del cáncer prostático, llámense éstas hematuria, retención urinaria, hidronefrosis, anuria obstructiva, cistitis actínica, fístulas, estenosis, dolores óseos y hasta hormono resistencia. Es por lo tanto el urólogo quien podrá hacerse cargo o liderará el equipo médico encargado de la asistencia y de las complicaciones que presentan los pacientes durante la evolución de un Cáncer de Próstata, dado que el tratamiento sistémico con drogas quimioterápicas, por el momento ha revelado no tener ninguna preponderancia en el control de esta enfermedad, encontrándose en una etapa experimental y fuera de toda norma asistencial.
En virtud de los precedentes históricos, la incumbencia de la Urología en la práctica diaria con los pacientes portadores de Cáncer de Próstata y los alcances y atribuciones que la Facultad de Medicina de la UBA otorga a la Orientación Urología de su Departamento de Cirugía, es la opinión unánime de los Consejeros del Departamento de Cirugía que el Especialista en Urología es quien posee la plena competencia para efectuar el diagnóstico, tratamiento quirúrgico, médico, hormonal, participar de la terapia actínica intersticial y del control de los pacientes portadores de un Cáncer de Próstata, y es también su obligación contribuir de forma activa en todos los aspectos relacionados con la enseñanza y la investigación de la enfermedad.
Prof. Tit. Osvaldo Mazza
Director
Departamento de Cirugía
Facultad de Medicina
UBA